Mientras, iban camino a su casa Bruno y Luke (primo de Juli); quien le iba contando que esta noche se iría de vacaciones con su familia. También hablaron sobre Deby, ya que a Luke le interesaba saber.
- ¿Y qué tal tu noviazgo con Deby? No me has hablado de ella.
- Y tampoco quiero hablar. - dijo muy cortante Bruno.
- Eso no es lo que dicen las fotos. Parecés muy enamorado de ella.
- No, es todo mentira. Ella me pidió que lo hiciera, y yo lo hice a cambio de que me dejara en paz.
- ¿Pero ni un poquito te gusta?
- Ni un poquito, ni nada. Es una egocéntrica, creída, caprichosa...
- Bueno, no pensé que te ibas a poner así. Dejemos este tema acá. - sugirió Luke, notando que a su amigo de verdad lo enojaba hablar de la súper estrella.
Y decidieron no nombrar a Deby en sus charlas. Antes de llegar a su casa, Bruno se despidió de Luke, porque debía ir a pagar unas cuentas que su madre le había encargado. Él siguió su camino para realizar estas tareas.
Deby recién acababa de ver la tele, el programa había terminado, y todo había vuelto a la normalidad; según ella. Se sentó en su cama y siguió trabajando en su personaje. En eso estaba, cuando la llamó su padre, que hacía más de una semana que no lo veía ni hablaba con él.
A Bruno, que hasta entonces todo era súper normal en su vida, lo que vio a continuación le dio un giro muy brusco a su vida. No podía creerlo, alrededor de su casa había más de veinte periodistas esperándolo. Pero Bruno no se animó a enfrentarlos, y como pudo verlos una cuadra antes, decidió no entrar a su casa.
¿Qué iba a hacer ahora? No tuvo otra opción más que ir a la casa de Deby, debido a que Luke se había ido de vacaciones, y no tenía otra persona conocida que viviera cerca para ir.
Llegó y tocó el timbre, atendió la madre de Deby. Lo miró y en un instante lo reconoció.
- ¿Bruno?
- Si
- ¿Novio de Deby?
- Algo así...
- Pasa, Deby está en su dormitorio, subí las escaleras, su cuarto está en la segunda puerta a la derecha.
- Gracias
Siguió las instrucciones de la madre de Deby y llegó, pero no se atrevió a entrar ya que escuchó que Deby estaba hablando por celular con alguien y en altavoz. Así que se quedó atrás de la puerta escuchando.
- Si, estuve estudiando el guión; ya casi termino.
- Muy bien.
- Papá, ¿me comprarías una guitarra?
- No, estuviste muy floja este año en el cole, cuando vayas mejor te la voy a comprar.
- Bueno, pero acordate lo que dijiste.
- Si, y ahora a descansar así estás bien para el lunes.
- ¿Y a qué hora me dijiste que tenía que estar en el estudio de grabación?
- A las doce, ni un minuto más tarde.
- Ahí voy a estar. Te quiero.
- Yo también. Adiós.
- Bye
Cuando terminó de hablar, Bruno se dio cuenta de que no era tan caprichosa como la imaginaba, pensaba que lo que quería lo tenía y se había confundido al pensar eso. Pero decidió no seguir pensando, y tocó la puerta.
- Pasá - dijo Deby pensando que era su madre.
- Hola Deby- dijo él mientras abría la puerta y entraba.
- ¿Bruno? ¿Qué haces acá?
- Solo te venía a pedir ayuda.
- ¿A mí?
- Si, ¿por qué no? A parte, vos me metiste en este problema.
- ¿Cuál?
- Los paparazzi están afuera de mi casa, y no sé qué hacer.
- Vos solo te metiste en problemas, no te pusiste la capucha; y a propósito ¿por qué no lo hiciste?
- Ni me acordé, es que estaba apurado; y ya me quería ir.
- ¿Tan mal te caigo?
- Digamos que un poco.
- Muy sincero de tu parte.
- Soy así. ¿Y tus fotos gigantes en la pared?
- No tengo... ¿Por qué preguntás eso?
- Imagino que las chicas ego… así como vos tienen sus fotos por todos lados.
- No soy tan así yo, se nota que no me conocés,
- Mmm... ¿Me prestarías el teléfono?
- Si, ahí está- le dijo Deby señalando el teléfono que estaba arriba de su mesa de luz.
- Gracias
Mientras Bruno marcaba el número de teléfono de su casa, para hablar con la madre; Deby estaba entretenida mirando una revista.
- Hola ¿mamá?
- Si hijo, ¿qué pasa?- preguntó preocupada su madre.
- ¿Hay paparazis todavía en casa?
- Si, cantidad. ¿Vas a volver a casa ahora?
- No creo.
- ¿Y qué vas a hacer, a donde te vas a quedar?
- En la casa de Luke, a la mañana vuelvo.
- Bueno, cuidate, besos.
- Igualmente.
Deby había estado atenta a lo que había hablado Bruno con su madre. Y trató de hablar normalmente con Bruno, sin pelearse.
- ¿Vas a pasar la noche en la casa de tu amigo?
- No.
- ¿Por qué no?
- Es que el no está en su casa
- ¿Y adonde pensás quedarte?
- Iré a dar unas vueltas a la plaza, no sé, ya voy a ver.
- ¿Y por qué le mentiste a tu mamá?
- Es que si le decía se iba a preocupar mucho. Ya sabés.
- Te podrías quedar acá, tengo una cama que no ocupo, mira ahí.
- ¿En serio lo decís?
- Si, solo hay un pequeño problema. Mi mamá ni loca dejaría que te quedes esta noche en casa.
- Entiendo...
Bruno nunca imaginó que Deby fuera así de bondadosa con él; eso que apenas lo conocía.
Deby también pensaba en por qué estaba ayudando tanto a Bruno después de todo lo que le había dicho. Y tuvo una idea genial.
- Esperá un segundo, ya tengo la solución.
Agarró su celular y le mandó un mensaje a Juli para que viniera a su casa. Mientras, Bruno leía una revista sentado en un sillón.